En estos momentos de cambio, ¿te has sentido inquieto, preocupado por el futuro, con pensamientos de miedo relacionados con expectativas negativas “ ¿y ahora qué pasará?”, “¿cuándo será el fin de todo esto?”, “¿qué pasará conmigo?”, ¿y mis planes, se cayeron todos?’’…?
Los cambios son una constante en tu vida, sin embargo, en ocasiones te tocan la puerta inesperadamente y cargados de situaciones retadoras, unas más pesadas que otras, ocasionando una especie de temblor en tu vida el cual muchas veces no te encontrabas preparado para enfrentar.
Estas situaciones pueden llegar acompañadas de ansiedad y esta a su vez puede llegar a ti como una respuesta natural de alarma ante lo ocurrido y a las situaciones futuras, indefinibles e imprevisibles, que puede traer consigo estos cambios (ps. toma en cuenta que estas situaciones futuras puede ser reales o imaginarias).
José L. Ayuso (Catedrático en Psiquiatría y Director del Centro Colaborador de la Organización Mundial de la Salud para Investigación y Formación en Servicios de Salud Mental en la Universidad Autónoma de Madrid) explica sobre la ansiedad, lo siguiente: “el término ansiedad puede significar un ánimo transitorio de tensión (sentimiento), un reflejo de la toma de conciencia de un peligro (miedo), un deseo intenso (anhelo), una respuesta fisiológica ante una demanda (estrés) y un estado de sufrimiento mórbido (trastorno de ansiedad)”
Esto quiere decir que en medio de este proceso de cambio puedes llegar a sentir: tensión, sensibilidad emocional, angustia, cansancio, falta de energía, pensamientos constantes de preocupación, dificultad para conciliar el sueño, temblores, y por ahí sigue la lista.
Entonces, ¿qué hacer en este caso? toma este tiempo para aprender a escuchar a tu cuerpo y utilizar esto como empujón para adquirir nuevas herramientas para salir fortalecido de esta situación que te está preparando para crear una mejor versión de ti.
Aquí te dejo unos puntos a revisar para cuando lleguen estos momentos:
- Identifica tus pensamientos pesimistas o preocupaciones exageradas. ( ponte un pequeño STOP y analiza si son reales o imaginarios)
- Búscale posibles soluciones a estos pensamientos cuando llegan a ti.
- Utiliza herramientas de relajación que te funcionen. Aquí te dejo una que puedes hacer en cualquier momento:
Inspira lentamente por la nariz, contando mentalmente (1, 2, 3, 4, 5). Luego expira el aire lentamente por la boca contando nuevamente (1, 2, 3, 4, 5). Esto puedes hacerlo 4-5 veces.
*La inspiración debe provocar que el abdomen se infle como un globo.
4. Realiza ejercicios, el de tu preferencia ( caminar, gym, boxing, bailar, etc).
Nota: existe una ansiedad “normal” que cumple una función adaptativa y te prepara para la toma de acción o cómo alerta ante posibles amenazas. Sin embargo, cuando esta se presenta de manera desproporcionada, intensa y con una duración que sobrepasa los límites aceptables, ya se convierte en un situación en la que debes tomar en cuenta la visita a un especialista.
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